La fama de santidad de que gozó la madre Antonia durante su vida y, sobre todo, después de su muerte no fue provocada por la propaganda, sino por sus virtudes. Cuando en 1827 se descubrieron sus restos mortales incorruptos y cincuenta años después se hallaron en el mismo estado, creció la fama de santidad y crecieron las ansias de iniciar la Causa.

Con ocasión del centenario de su muerte se hicieron estudios y se recogieron documentos con el fin de iniciar el Proceso. Finalmente, en enero del año 2000 el convento de Jesús Nazareno de Chiclana nombró postulador al padre Romualdo Rodrigo, OAR, quien solicitó inmediatamente al obispo de Cádiz, dentro de cuya jurisdicción había fallecido la Sierva de Dios, la apertura del Proceso. Oídos los obispos de la región y obtenido el 7 de julio del 2000 el “nihil obstat” de la Santa Sede, el 22 de octubre del mismo año fue iniciado el Proceso diocesano, siendo clausurado el 29 de mayo de 2005.

Durante el proceso fueron interrogados 24 testigos y recogidos los principales escritos y documentos relativos a la Causa. Testimonios, documentos y escritos están recogidos en dos volúmenes de 441 páginas.
El 20 de abril de 2007 se declaró la validez del Proceso y se designó relator de la Causa a monseñor José Luis Gutiérrez. Actualmente se está preparando la Positio o dossier sobre la vida y virtudes para someterla al estudio de la Congregación de los Santos.

APERTURA DEL PROCESO
El 22 de octubre del año 2000 tuvo lugar en Chiclana (Cádiz), en el templo del convento de las Madres Agustinas Recoletas, la apertura del proceso de canonización de la madre Antonio de Jesús, fundadora de los conventos de Santo Tomás de Villanueva y Corpus Christi, en la ciudad de Granada y de los conventos de Chiclana y Medina Sidonia, en la provincia de Cádiz.

El acto fue presidido por el señor Obispo de la diócesis, D. Antonio Ceballos, y en el curso del mismo tomaron posesión los miembros del tribunal diocesano, así como el postulador y vicepostulador de la causa.

Asistieron, asimismo, religiosas de los cuatro conventos fundados por la madre Antonia, así como una amplia representación de religiosos agustinos recoletos, las autoridades de la ciudad y numerosos devotos de la Madre.

El actos se inició con una vibrante exposición del biógrafo del a madre Antonia, D. Domingo Bohórquez (q.e.p.d.). Una magnífica exposición que enmarcó perfectamente el gozo con el que todos los presentes se encontraban ante el inicio, anhelado, de la causa.
Tras la lectura de los decretos correspondientes de la Santa Sede y del propio señor Obispo, los miembros del tribunal juraron sus cargos, y quedó constituido.

Se presentó también la lista de testigos que declararían para el proceso, testitos que a lo largo del año han hecho ya su declaración.